Reflexión final sobre la MODERACIÓN |
Hola compañeros y profe, quiero
compartir mi reflexión final acerca de la moderación de una manera poco
convencional, pero me parece buena porque es vivencial y creo que todos hemos
estado alguna vez en una situación como la que voy a relatar y a emplear para
expresarles por analogía, lo que para mí es la moderación y todos los elementos
que giran alrededor de la misma. En esta vivencia alcance a percibir las características
esenciales que se conjugan en una moderación.
El escenario es una fiesta (en
este caso fue familiar y era para una quinceañera), llegué muy cumplido (no
queríamos perdernos el baile del vals), y de repente me sentí que estaba
observando la fiesta con otros ojos, aunque sin perder la capacidad de
disfrutarla (a propósito desde que estoy en la Maestría ya observo "con otros ojos" muchas cosas de la cotidianidad, no les ha pasado?), y entonces comencé a
seguir con más detenimiento uno de los roles que participan en la fiesta, al
que le toca animarla con la música, es decir el D.J, sobra aclarar que el rol protagónico en esta fiesta (foro?) es
el de la agasajada, es más, hay coprotagonistas (los papas y familiares más
cercanos), incluso no faltara algún role antagonista, la “amiguita” que le
tiene envidia o alguna rabiecita no resuelta del pasado y que no falla con
algún comentario fuera de tono. En el público asistente se podía notar bastante
heterogeneidad, con decirles que el rango de edades oscilaba de los 80 a los 14
años de edad (desde abuelita hasta amiguita del colegio).
Volvamos a fijarnos en el personaje
central de este relato, el de la música, el D.J, aquel que no figura ni es el foco de la fiesta, no es blanco de las miradas
ni del juicio de nadie, a veces parece “invisible”
en la dinámica de la fiesta, pero se alcanzan a imaginar esta fiesta sin música?,
concluí que no sería fiesta. Al principio me le acerque al D.J y le pregunté
que si ese era su trabajo, me dijo que sí, que tenía una pequeña empresa
relacionada con la música y animación de fiestas (me dio la tarjeta), es decir
este personaje no estaba de fiesta, estaba trabajando, pero era el responsable
más significativo para animar la fiesta y el reto era tener contentos a todos,
a los de 60, 40, 30 y a los “sardinos”, a todos.
Era notorio que al D.J le gustaba
su trabajo, lo disfrutaba, pero durante su desempeño en la fiesta nunca logré
percibir que estaba colocando la música de su
preferencia (vale aclarar que en la pequeña conversación inicial que tuve
con él, me comentó que tipo de música era su preferida). Pero también es
necesario comentar que en algún momento de la fiesta se escucharon canciones
que a él, por coincidencia, le gustaban.
El D.J, supo manejar los diferentes momentos de la fiesta (está atento para
conectarse de manera pertinente con el contexto), para cada uno de ellos ofrecía
una propuesta musical que se sintonizaba con ese momento,
entonces había música apropiada para el momento de la llegada de los invitados,
para el momento de la salida de la quinceañera y el baile del vals, para el
momento de las palabras y el brindis, para el momento de la cena, para iniciar
el baile general, para la hora loca, para la nostalgia, para dar gusto con
algún pedido especial, para el cierre y despedida. Para cada momento había un “tono”
diferente, pero todos los que estábamos en la fiesta, nos sentíamos incluidos a pesar que no todo tipo de música le
gustaba a todos. Obviamente que alguien me dirá que el motivo principal era
acompañar a la quinceañera, pero como decía al inicio, la música hace que ese
acompañamiento este lleno de energía, entusiasmo, hace brotar las emociones (de
variados tipos).
Después de la cena, el D.J hizo
cambio del tono de la música (ya era hora de iniciar el baile general), pero
como suele suceder, al inicio parecía que
los asistentes no se interesaban por
la invitación que el D.J nos estaba haciendo por medio de la música (mediadora?)
para salir a bailar, note que ensayó con un par de canciones para hallar aquel
estilo que lograra conectar inicialmente a todos, incluso cuando salió la
primera pareja a la pista de baile (luego de colocar un merengue), el D.J tomo
el micrófono e hizo un comentario para
animar a los demás a seguir el ejemplo; a partir de ese momento la pista de
baile no se desocupo. Hubo momentos en los que la pista estaba más ocupada con
la generación más joven, en otros momentos predominaba la participación de la generación
“más veterana”, también hubo momentos que todos nos mezclábamos, y todo porque el
estilo y tono de la música cambiaba y el contexto entonces se ajustaba.
Para finalizar les quiero contar
otros tres momentos especiales, el primero fue cuando alguien se le acercó y le
solicitó al oído una canción específica, y cuando fue el momento adecuado la
complació, se notó porque la persona se
animó mucho al escucharla y fue el centro de atención mientras duró esa
canción. El segundo momento fue cuando llegó el mariachi para la serenata, el
D.J puso en pausa su consola y su
labor y el mariachi tomo el manejo de los ánimos musicales; por la pompa y
majestuosidad que implican, parecía como si el mariachi se robara todas las
miradas.
Y por último, llegó un momento
que parece el clímax de la rumba, la hora loca, y noté que es la parte donde el
D.J es más participativo, habla más,
participa del baile, organiza coreografías, anima de manera explícita a todos
para participar. Un detalle final que se me pasaba por alto, y es que dentro de
los asistentes no podía faltar la persona que a veces y en cierto momento se “roba
el show”, bien por alguna forma especial de su baile o bien por su expresividad
y notoriedad. Es la persona que tiene una conexión
total, permanente y de forma visible y explicita con la dinámica y con el espíritu
del momento, es la persona que está de fiesta y que siente que la “la vida es
un carnaval” y con su actitud contagia al resto, hasta a los más apáticos.
Compañeros, mi conclusión: La
quinceañera fue el eje protagonista de la fiesta (tema central, el curso), y el D.J el corazón del
evento (moderador, el docente) y los invitados (es decir nosotros).
Un detalle no menor, el D.J debe estar actualizado constantemente con las novedades musicales, para nunca perder vigencia.
En este “cuento” logré vivenciar mejor que nada lo que para mí es la moderación, la cual como pueden ver desde la perspectiva del relato, está centrada en el D.J, pero que también por momentos está centrada en otra persona. Todos moderamos.
Y tú?, logras identificarte con algún role en este curso? (el cual valga decir que disfrute mucho, porque aprendí muchas cosas nuevas para mí).
Un detalle no menor, el D.J debe estar actualizado constantemente con las novedades musicales, para nunca perder vigencia.
En este “cuento” logré vivenciar mejor que nada lo que para mí es la moderación, la cual como pueden ver desde la perspectiva del relato, está centrada en el D.J, pero que también por momentos está centrada en otra persona. Todos moderamos.
Y tú?, logras identificarte con algún role en este curso? (el cual valga decir que disfrute mucho, porque aprendí muchas cosas nuevas para mí).
(Postdata: Me fui para la fiesta
con el ánimo de desconectarme por un momento de tanto estudio y parece que no
lo logre….pero me los tome, baile y disfrute mucho…y me inspiró para esta actividad...jajajaja…).
jajaj, excelente relato compañero, de un manera muy natural se pudo evidenciar la analogía de la fiesta con la disciplina DocTIC. y es verdad que en cualquier momento de la fiesta o la disciplina, una persona u otra gana el protagonismo. por sus aportes, por sus bailes o por la permanencia en el animo. la maestra con su constancia y su palabra para acompañar los proceso y ayuda a los participantes a cumplir los logros, igual que el DJ constante y silencioso acompaño a todos los invitados para que la permanencia en la fiesta fuera divertida ;) GRACIAS
ResponderEliminarHola Eugenio, me parece extraordinaria la forma como evidencias (el proceso, el concepto y la experiencia) de la moderación, narrándonos esa historia que está llena de mucha pedagogía. Puedo decir que tu narración está repleta de un hermoso SIMIL, tomando la definición que Aristóteles daba para él: “que los buenos símiles dan un efecto de brillantes” y eso es lo que hizo tu narración hacer espléndida la forma de contar tu apreciación sobre la MODERACIÓN. Un abrazo, César Elías.
ResponderEliminarBuenas noches, Eugenio y compañeros, algo que pasaste por alto en los detalles y también fundamental, el buen sonido, es decir, como el dj en su rol de moderador debe brindar los mejores elementos para el público, no sólo la música (el contenido), sino también los equipos (la forma en la que le llega a la gente la información), porque nada se hubiera ganado en llevar buena música y buena energía con equipos de mala calidad; así mismo asumo yo nuestro papel como docentes y moderadores, los cuales debemos estar pendientes de cada detalle para que todos los participantes del acto educativo se sientan tranquilos y confiados en nuestros aportes.
ResponderEliminarHola Paula, tienes razón y ta vez por estar inmersos en el desempeño del personaje (el D.J), olvidamos la forma como utiliza los medios, que es fundamental, para ponerlo en los términos de la moderación, debemos cuidar y ser conscientes del TONO y la VOZ que estamos empleando y como encaja en el momento y contexto adecuado. Saludos, Eugenio R:
EliminarHola Eugenio: Ya entiendo la elegancia de tu foto en la red social jejeje... me encanta como haces esa relación desde lo cotidiano y más aún que no estás ejerciendo el rol de docente en el aula, eso me gusta de ti, que vas más allá, exploras, indagas. Esos ejercicios deberíamos hacerlos más a menudo en nuestra cotidianidad, aunque los hacemos de algún modo pero no somos conscientes de ello.
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