SEMANA 8 y 9

Reflexión final sobre la MODERACIÓN

Noviembre 1 a 15.
Hola compañeros y profe, quiero compartir mi reflexión final acerca de la moderación de una manera poco convencional, pero me parece buena porque es vivencial y creo que todos hemos estado alguna vez en una situación como la que voy a relatar y a emplear para expresarles por analogía, lo que para mí es la moderación y todos los elementos que giran alrededor de la misma. En esta vivencia alcance a percibir las características esenciales que se conjugan en una moderación.
El escenario es una fiesta (en este caso fue familiar y era para una quinceañera), llegué muy cumplido (no queríamos perdernos el baile del vals), y de repente me sentí que estaba observando la fiesta con otros ojos, aunque sin perder la capacidad de disfrutarla (a propósito desde que estoy en la Maestría ya observo "con otros ojos" muchas cosas de la cotidianidad, no les ha pasado?), y entonces comencé a seguir con más detenimiento uno de los roles que participan en la fiesta, al que le toca animarla con la música, es decir el D.J, sobra aclarar que el rol protagónico en esta fiesta (foro?) es el de la agasajada, es más, hay coprotagonistas (los papas y familiares más cercanos), incluso no faltara algún role antagonista, la “amiguita” que le tiene envidia o alguna rabiecita no resuelta del pasado y que no falla con algún comentario fuera de tono. En el público asistente se podía notar bastante heterogeneidad, con decirles que el rango de edades oscilaba de los 80 a los 14 años de edad (desde abuelita hasta amiguita del colegio).
Volvamos a fijarnos en el personaje central de este relato, el de la música, el D.J, aquel que no figura ni es el foco de la fiesta, no es blanco de las miradas ni del juicio de nadie, a veces parece “invisible” en la dinámica de la fiesta, pero se alcanzan a imaginar esta fiesta sin música?, concluí que no sería fiesta. Al principio me le acerque al D.J y le pregunté que si ese era su trabajo, me dijo que sí, que tenía una pequeña empresa relacionada con la música y animación de fiestas (me dio la tarjeta), es decir este personaje no estaba de fiesta, estaba trabajando, pero era el responsable más significativo para animar la fiesta y el reto era tener contentos a todos, a los de 60, 40, 30 y a los “sardinos”,  a todos.
Era notorio que al D.J le gustaba su trabajo, lo disfrutaba, pero durante su desempeño en la fiesta nunca logré percibir que estaba colocando la música de su preferencia (vale aclarar que en la pequeña conversación inicial que tuve con él, me comentó que tipo de música era su preferida). Pero también es necesario comentar que en algún momento de la fiesta se escucharon canciones que a él, por coincidencia, le gustaban.
El D.J, supo manejar los diferentes momentos de la fiesta (está atento para conectarse de manera pertinente con el contexto), para cada uno de ellos ofrecía una propuesta  musical que se sintonizaba con ese momento, entonces había música apropiada para el momento de la llegada de los invitados, para el momento de la salida de la quinceañera y el baile del vals, para el momento de las palabras y el brindis, para el momento de la cena, para iniciar el baile general, para la hora loca, para la nostalgia, para dar gusto con algún pedido especial, para el cierre y despedida. Para cada momento había un “tono” diferente, pero todos los que estábamos en la fiesta, nos sentíamos incluidos a pesar que no todo tipo de música le gustaba a todos. Obviamente que alguien me dirá que el motivo principal era acompañar a la quinceañera, pero como decía al inicio, la música hace que ese acompañamiento este lleno de energía, entusiasmo, hace brotar las emociones (de variados tipos).
Después de la cena, el D.J hizo cambio del tono de la música (ya era hora de iniciar el baile general), pero como suele suceder, al  inicio parecía que los asistentes no se interesaban por la invitación que el D.J nos estaba haciendo por medio de la música (mediadora?) para salir a bailar, note que ensayó con un par de canciones para hallar aquel estilo que lograra conectar inicialmente a todos, incluso cuando salió la primera pareja a la pista de baile (luego de colocar un merengue), el D.J tomo el micrófono e hizo un comentario para animar a los demás a seguir el ejemplo; a partir de ese momento la pista de baile no se desocupo. Hubo momentos en los que la pista estaba más ocupada con la generación más joven, en otros momentos predominaba la participación de la generación “más veterana”, también hubo momentos que todos nos mezclábamos, y todo porque el estilo y tono de la música cambiaba y el contexto entonces se ajustaba.
Para finalizar les quiero contar otros tres momentos especiales, el primero fue cuando alguien se le acercó y le solicitó al oído una canción específica, y cuando fue el momento adecuado la complació, se notó porque la persona se animó mucho al escucharla y fue el centro de atención mientras duró esa canción. El segundo momento fue cuando llegó el mariachi para la serenata, el D.J puso en pausa su consola y su labor y el mariachi tomo el manejo de los ánimos musicales; por la pompa y majestuosidad que implican, parecía como si el mariachi se robara todas las miradas.
Y por último, llegó un momento que parece el clímax de la rumba, la hora loca, y noté que es la parte donde el D.J es más participativo, habla más, participa del baile, organiza coreografías, anima de manera explícita a todos para participar. Un detalle final que se me pasaba por alto, y es que dentro de los asistentes no podía faltar la persona que a veces y en cierto momento se “roba el show”, bien por alguna forma especial de su baile o bien por su expresividad y notoriedad. Es la persona que tiene una conexión total, permanente y de forma visible y explicita con la dinámica y con el espíritu del momento, es la persona que está de fiesta y que siente que la “la vida es un carnaval” y con su actitud contagia al resto, hasta a los más apáticos.
Compañeros, mi conclusión: La quinceañera fue el eje protagonista de la fiesta (tema central, el curso), y el D.J el corazón del evento (moderador, el docente) y los invitados (es decir nosotros).
Un detalle no menor, el D.J debe estar actualizado constantemente con las novedades musicales, para nunca perder vigencia.
En este “cuento” logré vivenciar mejor que nada lo que para mí es la moderación, la cual como pueden ver desde la perspectiva del relato, está centrada en el D.J, pero que también por momentos está centrada en otra persona. Todos moderamos.
Y tú?, logras identificarte con algún role en este curso? (el cual valga decir que disfrute mucho, porque aprendí muchas cosas nuevas para mí).

(Postdata: Me fui para la fiesta con el ánimo de desconectarme por un momento de tanto estudio y parece que no lo logre….pero me los tome, baile y disfrute mucho…y me inspiró para esta actividad...jajajaja…).

5 comentarios:

  1. jajaj, excelente relato compañero, de un manera muy natural se pudo evidenciar la analogía de la fiesta con la disciplina DocTIC. y es verdad que en cualquier momento de la fiesta o la disciplina, una persona u otra gana el protagonismo. por sus aportes, por sus bailes o por la permanencia en el animo. la maestra con su constancia y su palabra para acompañar los proceso y ayuda a los participantes a cumplir los logros, igual que el DJ constante y silencioso acompaño a todos los invitados para que la permanencia en la fiesta fuera divertida ;) GRACIAS

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  2. Hola Eugenio, me parece extraordinaria la forma como evidencias (el proceso, el concepto y la experiencia) de la moderación, narrándonos esa historia que está llena de mucha pedagogía. Puedo decir que tu narración está repleta de un hermoso SIMIL, tomando la definición que Aristóteles daba para él: “que los buenos símiles dan un efecto de brillantes” y eso es lo que hizo tu narración hacer espléndida la forma de contar tu apreciación sobre la MODERACIÓN. Un abrazo, César Elías.

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  3. Buenas noches, Eugenio y compañeros, algo que pasaste por alto en los detalles y también fundamental, el buen sonido, es decir, como el dj en su rol de moderador debe brindar los mejores elementos para el público, no sólo la música (el contenido), sino también los equipos (la forma en la que le llega a la gente la información), porque nada se hubiera ganado en llevar buena música y buena energía con equipos de mala calidad; así mismo asumo yo nuestro papel como docentes y moderadores, los cuales debemos estar pendientes de cada detalle para que todos los participantes del acto educativo se sientan tranquilos y confiados en nuestros aportes.

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    1. Hola Paula, tienes razón y ta vez por estar inmersos en el desempeño del personaje (el D.J), olvidamos la forma como utiliza los medios, que es fundamental, para ponerlo en los términos de la moderación, debemos cuidar y ser conscientes del TONO y la VOZ que estamos empleando y como encaja en el momento y contexto adecuado. Saludos, Eugenio R:

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  4. Hola Eugenio: Ya entiendo la elegancia de tu foto en la red social jejeje... me encanta como haces esa relación desde lo cotidiano y más aún que no estás ejerciendo el rol de docente en el aula, eso me gusta de ti, que vas más allá, exploras, indagas. Esos ejercicios deberíamos hacerlos más a menudo en nuestra cotidianidad, aunque los hacemos de algún modo pero no somos conscientes de ello.

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